Durante el desarrollo de nuestra empresa Techfusion, una empresa dedicada a la venta y ensamblaje de computadores de alta calidad, tuvimos la oportunidad de simular un entorno empresarial bastante realista. Negociamos con otras empresas, gestionamos compras y ventas, y atendimos a nuestros clientes, enfrentando situaciones muy parecidas a las que ocurren en la vida real.
Aspectos positivos de la experiencia
Una de las mayores ventajas fue poder aplicar lo que aprendimos en clase a situaciones prácticas. Las negociaciones nos ayudaron a mejorar nuestra forma de comunicarnos, convencer a otros y resolver problemas. Además, atender a los clientes nos hizo desarrollar paciencia y la capacidad de ofrecer soluciones rápidas y efectivas.
También fue muy interesante tomar decisiones importantes, como elegir proveedores, calcular costos y definir precios. Todo esto nos acercó bastante a lo que implica manejar una empresa de verdad. Además, trabajar en equipo fue clave: aprendimos a organizarnos, repartir tareas y resolver problemas juntos.

Dificultades y Retos
Sin embargo, también enfrentamos algunos problemas típicos de este tipo de simulaciones. Por ejemplo, a veces el tiempo y los recursos eran limitados, lo que complicaba completar algunas actividades. Además, ciertas cosas como el manejo de inventarios o la logística no pudieron hacerse de manera tan realista.
Al principio, nuestra falta de experiencia nos llevó a cometer errores, como subestimar algunos costos o asumir que podíamos hacer más de lo que realmente podíamos. Sin embargo, cada equivocación nos dejó una lección importante para futuros proyectos.